En primer lugar, se seleccionan materias primas como el basalto y la dolomita (con estrictos controles de indicadores como el contenido de dióxido de silicio del basalto) y se proporcionan,y se añaden aditivos como aglutinantes o repelentes de agua según sea necesario.
Las materias primas preparadas se funden en un horno de alta temperatura a 1400°C-1600°C en un líquido uniforme, con la eliminación de impurezas y burbujas para garantizar la pureza.
A continuación, el líquido fundido se transforma en fibras de lana de roca mediante un equipo centrífugo de alta velocidad (estirado más delgado por el flujo de aire de alta velocidad),que luego se depositan en una fibra de feltro en una cinta de malla bajo presión negativa.
Después de rociar un aglutinante (por ejemplo, resina fenólica) sobre el fieltro, se cura en un horno a 180 °C-250 °C durante 10-30 minutos para formar tablas sólidas de lana de roca.
Finalmente, las tablas curadas se cortan a tamaños especificados, se inspecciona su apariencia y propiedades físicas (por ejemplo, densidad, conductividad térmica) y las calificadas se envasan y almacenan.